El 27 de octubre
de 2012, en un paseo en bicicleta, en un paseo realmente, sin exigencia, y en
el momento que se emprendía el retorno, tuve una caída. Los eventos que
desataron mi imprudencia son varios, y si bien, soy un poco osado en la bici,
no creo ser un temerario, me considero prudente, pero ese día al parecer todas
mis prevenciones quedaron en casa.
En Tafí ViejoTucumán
en la zona del Taficillo, ya regresando por detrás de la hostería desde donde
finaliza el desmonte, previa foto, nos largamos en descenso, quien sabe que
paso por mi cabeza como para creer que iba bien, no toque casi el freno, la
velocidad más un asiento muy alto hicieron que volara por los aires, y rodara
por el piso, la última imagen que tengo es la que sobre la bici se que voy a
caer, y luego un par de tumbos ya en el piso, la bici que pasa delante de mí, y
sentado levanto mis brazos, notando la prominente fractura de antebrazo que
tenía, básicamente mi muñeca y parte de mi antebrazo colgaban del tercio más
cercano a la mano.
Estaba en un
etapa media jodida, había perdido mi trabajo, cuando creía que quedaba
efectivo, y en la facu no me estaba yendo demasiado, bien, en realidad todavía
no logro encaminar esos dos aspectos, y solo pude rescatar mi relación, que en
estos momentos es absolutamente fuerte. A modo de catarsis va en parte el
compartir esta experiencia, porque también me sentí un poco frustrado al no
encontrar nada parecido en mis búsquedas.
En fin, estaba yo
con mi brazo colgando, note que podía mover parcialmente los dedos, y la rápida
intervención de mis compañeros de paseo, que improvisaron un cabestrillo, con
ramas de arbustos, una cámara de bicicleta y trenza de zapatillas, incluso
traccionaron mi brazo lo que me dio mayor comodidad a mi maltrecho brazo. Una
camioneta que pasaba por la zona, se ofrecieron de voluntarios para llevarme al
policlínico de Tafí viejo, donde me inyectaron un analgésico. No tengo nada más
que agradecer, desde mis compañeros, hasta la camioneta que de casualidad paso
por ahí y me trajo, hasta el médico del policlínico, que con sus limitados
recursos aportaron, y me llevaron en ambulancia al Sanatorio de Norte, ya en
San Miguel de Tucumán.
Ya en el
sanatorio, y con la llegada de mis viejos y los papeles de la obra social, la
cosa se calmo un poco. Resulta que en el viaje en ambulancia y por el
movimiento, mi fractura, había pasado a exponerse, básicamente mi hueso perforo
la piel, me di cuenta por un hilo de sangre que corría por mi brazo. Mientras
esperaba atención medica, y viendo que esta se demoraba, opte por dormirme, increíble,
realmente me dormí y descanse en la guardia por lo menos por media hora. Mi
caso era el peor de la guardia pero como no ponía en evidencia mi situación la
atención tardo unos 25 minutos que dormí plácidamente sentado. Cuando el médico
me vio tomo conciencia de lo que tenía en frente y me mando a las corridas a
hacer placas.
-Vos hace lo que
tengas que hacer, que yo te sigo y si no me la banco- Mis palabras al radiólogo
que me acomodaba para tomar las placas, fue el momento de mayor dolor, en
particular toda la situación fue de poco dolor, a bajo, no me dolió nada, ni
cuando caí.
Luego de ver la
situación en las placas y como consecuencia del sangrado, me mandaron a una toilette quirúrgico, ósea
básicamente al quirófano, limpieza cirugía, puntos, acomodamiento, y medio
yeso. Luego de eso estaba yéndome a mi casa a las 22hs del mismo día, so espera
de la obra social para autorizar los materiales necesarios para mi cirugía, Eso
fue otra historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario